Actualizado 19 junio, 2018
A veces nos convertimos en una suerte criaturas a destiempo, intempestivas, fueras de lugar. Decimos y demostramos, lo que supuestamente nos pasa por dentro, pero fuera de tiempo, en el momento inadecuado y nunca. Somos un manojo de arrepentimiento, de «podría haber sido», pero que en rigor de verdad nunca fue por una decisión propia. La culpa es negativa si nuestra praxis ya no puede modificar nada, si el tren pasó una o más veces y no lo tomamos. Claro está que nosotros estamos en contra de esa postura, por eso, te presentamos imágenes, poemas, frases de amor para mi novio, esposo, pareja. Muchas de las imágenes te encantarán. Ideales para compartir.
Imágenes, frases, poemas de amor para mi novio
Hay una delgada línea entre la demostración y ser excesivamente dulce. Tal vez nos disponemos a buscar el justo medio, pero eso no es nada fácil porque los temores y pasiones luchan una pelea sin cuartel.
De todos modos siempre hay que demostrar en el amor, no quedarse ni con reservas ni con pequeñas cuestiones por cumplir. Siempre hay una distancia que salvar con el otro, por más que sea alguien tan cercano.
Los verdaderos amores se viven como absolutos, sin fecha de vencimiento ¿Alguien ha arrancado una relación cavilando sobre su final? No, seguramente y así debe ser. Después las elecciones, las acciones, las ganas y situaciones darán lugar a distintas realidades.
Si la vida nos parece caótica, absurda, una ecuación sin mucho sentido, es porque nos falta estar en los brazos de alguien. Y eso no quiere decir que el amor es un mandamiento, pero sí que cuando se da, de manera sana, ayuda mucho a darle más color a la existencia.
Cuando amamos vemos en el otro algo que nos cuesta vislumbrar en terceros, en casi todos. Enamorarse, en ese sentido, es generar una liberación de la crítica y, en casos extremos, sentir que esa persona cumple todo lo que nosotros queremos pero no podemos hacer.
Extraños rodeos de la cabeza: amar es cumplir sueños por medio del otro.
Amar genera un hecho muy curioso: la presencia de una ausencia. Sí, porque posiblemente no la vemos por un buen tiempo y, sin embargo, está. Por todas partes, por doquier. Levantamos la vista, cabizbajos, como sea.
Amar también es no dejarse de dar cuenta que más allá del respeto y las obligaciones debe haber algo de libertad, de falta de ataduras. Siguen siendo individuos, y eso basta.
Y las palabras quedan cortas con los grandes amores. No hay esbozo o demostración posible por momentos. Aunque eso no nos exime de nada, claro está.
¿Azares absolutos o causalidades que se nos escapan? Gran dilema del amor.
El amor es maravilloso, aunque complejo. A veces se parece mucho a un escudriñar constantemente, porque no deja de ser lábil en algunas cuestiones y es difícil poder medirlo.
La promesa de mi vida, aunque no sabemos bien quién la prometió. De todos modos, somos los más felices del mundo y eso agrada mucho.
Amar también es aceptar las diferencias, soslayar ese impulso terrible de convertir en algo análogos a nosotros todo lo que nos rodea. Pero recordemos que aquí no hay cosas, sino hombres, que por definición se escapan a cualquier categorización.
A veces no es cuestión de buscar razones y sí de simplemente disfrutar.
La mejor parte de la vida es estar con esa persona porque nos damos cuenta que así no solo somos felices, sino incluso mejores en todos los ámbitos.
En el amor hay riesgos, pero los potenciales logros son sublimes para no intentarlo.
Gracias por tanto.
La felicidad se construye a cada instante, en cada momento.
Siempre es bueno recordarle al otro lo muy importante que es.
Te juro amor eterno, porque eso es lo que sale de mí gracias a ti.
