Actualizado 19 junio, 2018
200 años de independencia, de sustracción al yugo español, no es poca cosa. Aunque tratemos de salir un poco de las veleidades de los textos escolares, donde hablan de un pueblo participante y de una voluntad republicana desde la primera hora, las cosas son mucho más complejas. Pero pese a eso, no deja de ser una gesta histórica sustancial en la vida de una nación (y muchas otras indirectamente) su soberanía política. Es un acto que se reconoce y reconocerá hasta los últimos días, aunque las diversas interpretaciones puedan arreciar con toda su fuerza. Es definitiva eso es la historia: una batalla de lecturas que cambian con el tiempo. Aquí, en consonancia, te presentamos imágenes, frases y manualidades del Día de la Declaración de la Independencia.
Y un 9 de julio, pero de 1916, vieron luz las Provincias Unidas del Río de La Plata, entre incógnitas, diferencias, lides y esperanzas. Tardará mucho tiempo en formarse el estado argentino como lo conocemos, con capital federal como ciudad principal, con fines delimitados, con determina cantidad de provincias. Por esos entonces la banda oriental era parte y lo mismo ciertas zonas de Bolivia.
Los primeros pasos, de todas formas, nunca son fáciles. Hay dudas, mezquindades y, sobre todo, un desarrollo exiguo del sentimiento de pertenencia a lo ancho del territorio ¿Qué es mi país? Para muchos, su simple localidad o terruño, de ahí los intereses particularistas que tanto daño hicieron en nuestra historia, con una provincia como Buenos Aires, dueña de puertos y aduana, que nunca quiso compartir su bonanza con las hermanas pobres del interior. Aunque suene a banal, lo económico es un factor importante en la historia de los países, sin caer, tal vez, en el reduccionismo de la tópica marxista.
No quita de todas maneras el coraje de personajes como Belgrano, San Martín, Lavalle, Alvear, Paz, entre otros, quienes combatieron en distintos puntos y fueron vitales para desarmar hasta el último a las tropas realistas, que no cejaban en sus esfuerzos de retener sus colonias. Aunque en rigor de verdad, España era una potencia a la cual por su potencialidad le era imposible ya sostener semejante imperio, sobre todo teniendo al acecho a la grandilocuente Inglaterra.
Una gesta histórica merece su conmemoración no sólo por la lectura del pasado que se pueda hacer (infinitas, en todo caso), sino para analizar nuestro presente, buscar unidad, armonía y luchar por un país más ecuánime. Justicia social, soberanía política e independencia económica deben ser las premisas de toda nación para ser verdaderamente libre. La lucha por la independencia es una lid que se regenera y desafía todos los días. Que el esfuerzo de esos jóvenes patricios de hace 2000 años no sea en vano.